EL BLOG DE UNA ORIENTADORA DESORIENTADA

BLOG DE UNA ORIENTADORA DESORIENTADA ¿POR QUÉ DESORIENTADA? porque todos cuando empezamos lo estamos, pero en esta profesión nunca deja de sorprenderme todo lo que me queda por saber. Además si tenemos en cuenta mis dificultades de orientación espacial que hacen que me pierda hasta en mi barrio, pues mayor desorientación para esta humilde orientadora...

sábado, 14 de marzo de 2020

ORIENTANDO EN LA DISTANCIA

Bueno, como ya es costumbre en mi, voy a reírme un poco de mí misma y de la surrealista situación que nos está tocando vivir.
Resulta que yo andaba con mis agobios de siempre: que si intervenir en dos casos de acoso escolar, que si preparar mi escuela de padres, que si valorar casos enlazando unos con otros como si una ristra de chorizo se tratara , para que me diera tiempo a todo, que si atender a profes, padres inquietos y algún que otro psicólogo particular en el desayuno o por los pasillos o en horario de reuniones haciendo doblete.... Ya, ya pensaréis que todo esto es solo culpa mía, que me organizo peor que la ropa en un armario de cajón de higo del IKEA. Y, por supuesto, tenéis toda la razón. No en vano se llama este blog "blog de una orientadora desorientada", porque ni el espacio ni el tiempo son lo mío. Pero así me organizo yo, en mi propia desorganización, y sobrevivo..Por ahora.
Pues bien, en este follón de vida ajetreada andaba yo y me sentía satisfecha porque, iba realizando las cosas e iba a conseguir dos imposibles:
1. Hacerme con un WPSSI-III (del IV ya ni me preocupo por imposible) , que llevaba buscando desde octubre.
2. Hacer la devolución de una valoración a la familia de un niño que siempre había puesto pegas para venir por temor a los resultados de la misma. ¡Había conseguido convencer a ambos progenitores! ¡Todo un record!
Ya  estaba yo satisfecha haciendo el bailecito de la victoria internamente cuando...Irrumpió con más fuerza de la debida el COVID-19 y...¡Tachaaan! ¡Cerraron los colegios! con lo que tengo la prueba en mi casa que lo mismo acabo pasándomela a mi misma para distraerme, y al chapar los coles a cal y canto ni a esa familia ni a ninguna otra puedo ver...¡Dita sea! ¡menuda suerte la mía! Ahora que podía orientarles directamente, me toca "orientar en la distancia". Sí, "teleorientadora" soy ahora, yo y todos mis compañeros de profesión. Evidentemente la parte más importante de nuestro trabajo no la podemos hacer, ya que no podemos reunirnos ni con profesores ni con familias, y al no haber niños , no podemos ni observarles ni valorarles ¿qué nos queda entonces? pues ir haciendo los informes y corrigiendo las pruebas que hayamos pasado hasta ahora y mantener coordinación con los profes por correo electrónico. Correo que se colapsa y al que no podemos acceder la mayor parte del tiempo. A nosotros, que nos han salido raíces esperando a que le programa RAICES de la Comunidad funcionara, resulta que lo único que ahora nos funciona y a lo que podemos acceder es precisamente a esa caca incompleta de programa, ya que eso es lo único que nos queda por hacer.jajajajaja. Esto es de chiste, la verdad. Si nos lo llegan a contar en septiembre nos habríamos reído en la cara del portador de la noticia. Todo cerrado, todos encerrados en sus casas, colas kilométricas en los supermercados..
Y es que esta situación me recuerda a la que vivían los personajes en la película de contagio. Voy a pegaros aquí la sinopsis por si os suena de algo:
Cuando Beth Emhoff regresa a Minnesota de un viaje de negocios a Hong Kong, ella le atribuye su malestar al cambio de horario. Dos días después, Beth muere y los médicos le dicen a su esposo que no saben la causa de su muerte. Pronto, otras personas empiezan a mostrar los mismos síntomas y surge una pandemia global. 
¿Suena o no?
Para contener la pandemia global también se ven obligados a cerrar locales, recluir a las personas en sus casas,etc. se colapsan los servicios médicos, los médicos se contagian..
Y así, me levanto una mañana y, de pronto, estoy en el reparto de una peli americana. No se en calidad de qué, yo creo que más bien de extra, pero dentro de la trama estoy metida hasta las cejas.
A la Kate Winslet no me parezco ni en pintura y mucho menos a la Gwyneth Paltrow, que más quisiera yo, como mucho un extra de los que salen un segundo tosiendo o repartiendo  bocatas , pero la sensación es exactamente esa: "estoy dentro de una ficción" ¿quién será el prota, guaperas o no, que venga a salvarnos? 
A ver, desde luego y por suerte este virus no es tan letal como el de la peli y también ha traído consigo algunas ventajas:
- Nos hace disfrutar del maravilloso sentido del humor español con chistes y bromas al respecto que crecen día a día y nos arrancan más de una carcajada. 
- Vamos más tranquilos por la  vida, puedo preparar desayunos de lujo y estar una hora desayunando relajada con mi familia.
- Disfruto de la compañía de mis hijos y jugamos más y hacemos comidas juntos.
-Estoy teniendo más  momentos de calidad en mi vida.
-Puedo hacer relajadamente esos informes que me iba a tirar noches redactando por falta de tiempo.
Pero también es cierto que tenemos que dividirnos para poder atender a los hijos y trabajar, y que con eso de no poder salir de casa vamos a tener que desarrollar el ingenio a tope para poder recordar en un futuro esta situación con una sonrisa en la cara e incluso alguna que otra carcajada.
Está claro que vamos a salir en los libros de historia dentro de unos años, no nosotros, pero sí la crisis del COVID 19. No obstante también es cierto que toda crisis conlleva un cambio y despierta la parte solidaria que hay en nosotros, sobre todo si es por causas médicas, y que ese cambio seguro que nos hacer frenar, cambiar nuestro estilo de vida y disfrutar muchísimo más de los pequeños detalles y alegrías que nos da la vida.
Aquí van algunas descabelladas ideas para compaginar trabajo y atención de niños:
1.Te pones al niño al lado y, mientras con una mano tecleas el ordenador con la otra le señalas la cuenta que le toca hacer.
2.Si es un bebé más pequeño la cosa es más fácil, con poner el cantajuegos o los payasos de la tele, lo tienes solucionado por un buen rato.
3.Otra solución: "el niño secretario" , para que vaya sabiendo lo que es la vida y sepa el duro trabajo que tienen que hacer sus padres, una parte de su horario ( si ya sabe leer, claro está) se dedicará a dictar a sus padres los documentos que tenga que realizar o a escanearlos o incluso a escribir en el ordenador...A grandes males ¡trabajo en equipo!
4. Para bebotes tranquilorros, una buena función es la de peque "pisapapeles" le sientas encima de las hojas que no quieres que se vuelen y le das un mordedor sonajero con diferentes texturas y ya le tienes con una utilidad concreta.
5. Para bebés movidos se les ata en las rodillas un trapo con limpia suelos y a la que se mueven te van abrillantando el parquet.
6. Para niños entre el años y medio y los 5 años (amplio rango, lo se) se les pone música con el móvil y se va cambiando de habitación y tienen que buscar de dónde viene el sonido . Sonidos de la naturaleza también valen. Mientras haces un informe, dejas por toda la casa huellas de papel de colores pegadas en el suelo y les dices que las pisen y "busquen el tesoro", si te fías les dejas deambular por la casa (cerrando habitaciones con materiales frágiles o medicinas) hasta que se cansen y te pidan ayuda . Esto os puede dar el aliviante margen de ...¿10 minutos? Pero algo es algo, jajajaja
También estar en la misma mesa que ellos, una grande y que pinten mientras estás con el ordenador, para niños tranquilos puede funcionar.
7.Otra opción es hacer como con los niños de Sonrisas y Lágrimas: hacerlo todo cantando y mediante el trabajo en cadena: uno escribe, otro escanea, otro lo sube a la nube, otro busca información en internet (eso depende del número de hijos y las edades)..etc.
En fin que esto puede unir mucho a las familias o jorobarlas para siempre según se tome cada uno las cosas.
Una de mis películas favoritas del mundo mundial es "La vida es bella", es la forma más hermosa de hacer vivir una situación terrible y dramática como un juego a un niño. Esto lo ha repetido hace poco un padre sirio con su pequeña de 4 años en un vídeo  que os dejo aquí y que se ha hecho viral, en el que hace creer a la pequeña que los bombardeos son un juego y juega a adivinar si será avión o bombardero lo que suena,desde un refugio subterráneo haciéndola reír.


Esto es lo que hace posible el amor, por eso digo que, al igual que hoy todos hemos salido a los balcones y ventanas a aplaudir a los servicios médicos y el gran trabajo que están haciendo en la lucha contra este virus, también podemos jugar y bromear con nuestros hijos haciendo juegos en los que vencemos al virus, bromas sobre el virus, canciones chistosas, bailes absurdos..¡De qué no será capaz la mente humana!
Seamos creativos, divirtámonos, nada como reírse de uno mismo...Si estamos encerrados en casa, hagamos de nuestras casas un circo de ilusiones, una película de acción, una gymcana de experiencias a compartir con nuestra familia, haya niños o no, porque solo los niños que llevamos dentro pueden hacernos salir con más ganancia que pérdida de una situación de "película", como esta.

sábado, 22 de febrero de 2020

ORIENTAOPERARIA EN PRÁCTICAS

ORIENTAOPERARIA EN PRÁCTICAS
Os preguntaréis ¿Qué quiere decir esta loca con eso de orienta operaria?
Bueno, pues esto viene de cómo acabé el curso 2018 en el CEPA: haciendo limpiezade estanterías, metiendo en cajas libros antiguos y tirando basuras, con la ayuda de la fabulosa pt que me tocó por compañera:Gema, y uno de mis "supercampeones" de los talleres que vino a echarnos una mano. Es decir acabé organizando e inventariando los libros y materiales del Departamento de Orientación y con trapo y escoba en mano.
Ese año me presenté a las oposiciones, en exacted me salió como el culo, creí haber ido la pata en uno de los casos prácticos y me quedé en blanco a la hora del tema, con lo que me inventé la mitad, salí llorando y todo y, cuando iba a ver mi cero patatero en el programa informático resulta que no capacidad de inventar había gustado y me habían puesto un 7,5 ¡pasé al oral! El examen oral me salió guay y... ¡Saqué la plaza! Es para reirse cuando salía convencida de haberlo sacado me quedaba fuera y cuando salí más descontenta..
En fin que me salgo del tema-algo normal en mi, con la verborrea que me caracteriza - Pues eso, que saqué la plaza y fui a caer en el equipo general de Latina a hacer las prácticas. Hasta ahí más o menos normal. Pero bueno, mi primer día e prácticas llego toda contenta a la sede que ya conocía y.... ¡Toma ya! ¡Estaba todo lleno de cajas y más cajas! Con lo que, en lugar de ponerme al día con mi trabajo de orientadora, retomé el contacto con el trabajo de operaria de limpieza y mudanzas 🤣¡Otra vez a llenar cajas y bolsas de basura y comer más polvos que campanilla la de Peter Pan!eso si, aquello era como los reyes magos.. ¡Andá qué aquí tienen el A2! "Andá un Wisc de madera!" oye.. Y esto ¿para qué sirve?
¡No os imagináis la de reliquias y mierdas que se pueden guardar durante años en la sede de un equipo! Además de reírnos, tirar basuras y guardar libros, tocó vaciar cajas y recolocar las cosas en la nueva sede, en la que mi compañero de despacho se dejó los cuernos para que nos dieran una línea de teléfono, con lo que empezamos el curso estando Ilocalizables hasta que conseguimos línea y, por supuesto sin Internet... Todo un caos. Y lo gracioso es que yo contaba esto y me decía mi hermano:"pero Sonia, ¿no tenéis personas encargadas de estas cosas como en cualquier organismo público?" a lo que yo le respondía"Pues no, va a ser que educación somos como los muebles del Ikea"mónteselo usted mismo y al menos coste y con el peor material posible "eso sí, luego le dijeron a mi directora sustituta que lo habíamos hecho muy bien,palmadita en la espalda y p'alante... Así funciona la educación pública en este país, con parches, pocos recursos y la buena voluntad de todos los que estamos en el barco.
Eso sí, el hacer de operaria me sirvió para inventariar todas las pruebas psicopedagógicas que hay en ese equipo y emocionarme como niña con zapatos nuevos. Total,¿para qué? Para acabar utilizando las que ya conocía por comodidad y falta de tiempo. 😂
Orientadora-operarios, en fin, porque tuvimos que hacer de mozos de mudanza, de instalación, de limpieza, buscar una empresa que se llevara las cajas para que la sede no pareciera el piso de alguien con Síndrome de Diogenes, etc. Pero eso sí, apañarnos, nos apañamos. 

sábado, 30 de diciembre de 2017

"¿Un taller de qué..?.

Esto de caerse del guindo cada septiembre y dar con el coco y los machacados huesos en un lugar completamente diferente, con funciones totalmente nuevas , compañeros nuevos y colectivo de intervención nuevo, es una realidad a la que me he ido acostumbrando a fuerza de volverme majareta para sacarme las castañas del fuego yo solita, no sin darme unos cuantos batacazos por el camino. Son gajes de ser interina, que viene a ser lo mismo que, la última mona, la "pakistaní "a la que cascarle todo lo que nadie quiere y no se sabe dónde meter, la última pringada en elegir, etc,etc,etc Y es que como no se sabe muy bien todavía 
p´a kí stamos los orientadores, pues según donde caigamos servimos de "parches mal puestos" para cubrir lo que se debería cubrir con personal especializado desde la administración. ¿y por qué nos cuenta todo este rollo la loca esta? os preguntaréis...Pues muy sencillo, cuando ya creía que sabía más o menos mis funciones como orientadora, he ido a caer este año en un Centro de Educación Para Personas Adultas. 
Para empezar he de decir que no ha sido hasta septiembre de este curso cuando la administración se ha dignado por fin a publicar las funciones de los orientadores en los CEPAS.Entonces, volveréis a preguntaros, ¿que han estado haciendo los orientadores en estos centros hasta la fecha actual? Pues, tal y como comenzaba diciendo en esta entrada, "apaños", "parches" cogiendo de acá y de allá: orientación académica y profesional al finalizar la secundaria para adultos y para orientar a los alumnos que preparan las pruebas de acceso a la formación profesional y a la universidad para mayores de 25 años, valoración de alumnos con dificultades de aprendizaje y asesoramiento al profesorado y a dichos alumnos, derivación de casos a servicios sociales y a otros centros en caso de considerarse oportuno, y, lo más "interesante" de todo, asumir las funciones del maestro de pedagogía terapéutica impartiendo talleres operativos para personas con discapacidad. Como se supone que tenemos el Certificado de Aptitud Pedagógica y somos o pedagogos o psicólogos o psicopedagogos, pues también se supone que estamos formados y cualificados para enseñar a este colectivo "cualquier contenido". Y ahora explico lo de "cualquier".
Pues bien, habiendo más o menos definido las funciones que han venido desempeñando hasta ahora los orientadores en los CEPAS, función más-función menos, paso a describir el trompazo que me metí este año al caer del guindo de los "interinos flotantes en la zona nowhere" e ir a dar con mis posaderas en el centro de adultos en el que continúo trabajando actualmente (ya que sólo llevamos tres meses de curso). El día que me incorporo me dicen que voy  a tener que impartir un taller operativo para personas adultas con discapacidad de....¡¡RESTAURACIÓN Y BAR!! ¿He trabajado de camarera alguna vez en mi vida? NO, lo que más se aproxima de todo lo que he hecho en mis tiempos de estudiante( allá por la era del Paleolítico) han sido bocatas en el PANS &Company. Imaginaos mi desesperación cuando además me dicen  que es el primer año que se imparte el taller y¡ no hay ni un sólo material elaborado al que yo pueda acudir para preparar mis clases! ¡Casi me da un ataque! Y ahí me teníais tirando de "San Google" como una posesa, ya que lo único que tenía eran los títulos de las unidades que tenía que impartir pero nada más, y por más que buscaba materiales perdía horas y horas con cara de idiota delante  de la pantalla del ordenador sin conseguir nada. Además visité la cocina en la que tenía que impartir clases de cocina, si si también eso me tocaba, y me di cuenta de que no había poco material sino que no había prácticamente nada, una placa pequeñaja de vitrocerámica y un microomdas... ni horno, ni cafetera, sólo una sartén y una olla....La cara que se me quedó fuE todavía más patética que cuando me enteré de que tenía que dar el taller...¿cómo se suponía que iba a realizar pasteles, y recetas sin horno? Pues, pensé, ¡a apañarse tocan! seguro que encuentro recetas para hacer con el microondas... Pero yo seguía obsesionada con la idea de que tenía que enseñar algo para lo que no había estudiado porque no soy profesora de taller ni de FP ¡Si ni siquiera soy pedagoga , jolín !¡ Me sentía desubicada totalmente!
 Y aquí entró en escena mi preciosa compañera de Departamento ¡la PT! , que tampoco ha trabajado en su vida en ningún CEPA y estaba igual de perdida que yo, todo hay que decirlo, pero la unión hace la fuerza, dicen. Pues ella, que es una chica fantástica  dijo la frase que me sacó parcialmente de mi desesperación: "Creo que el equipo directivo dijo que podíamos ir al CEPA de Pozuelo que ya lo  ha impartido el curso pasado y que nos expliquen cómo hacerlo" Ahí, ahí fue cuando solté todo el aire que había estado conteniendo y mi cabeza comenzó a funcionar un poco( que si la usaba demasiado podía desgastarse antes de haber encontrado una forma decente de hacer mi trabajo sin quedar como un  mal parche puesto para salir del paso), dejé de buscar en Google como una posesa y me centré en concertar esa "salvadora" visita a Pozuelo. Una vez allí, nos explicaron cómo lo habían hecho y nos prestaron amablemente algunos materiales de FP para adaptar y un cuadernillo hecho por ellos y escrito por una alumna con lo que no podía escanear los ejercicios ni na...En fín , menos era nada..Y con ese estupendo material volví a aliarme con "San Google" y a elaborar una a una mis unidades con imágenes y actividades asequibles y, con dicho material, me adentré en el fascinante mundo de enseñar a personas fantásticas con mucho que dar y pocas experiencias en las que se les haya dado la oportunidad de hacerlo...Pero esa experiencia la comentaré en otra entrada así como mis experiencias impartiendo el otro taller de técnicas administrativas básicas que me ha tocado compartir con la PT y en el que tengo que enseñar...¡ni más ni menos que informática! a mi, justo a mi, que los ordenadores me odian...¡ me toca dar informática!Eso sí , me río mogollón y lo paso genial con mis alumnos y ellos conmigo ¡Eso que me llevo para mi cuerpo serrano!

DESPIDO ESTE POST DESEÁNDOOS TODO LO MEJOR EN ESTE AÑO QUE COMIENZA..
FELÍZ AÑO 2018 A TODOS

miércoles, 22 de marzo de 2017

CUANDO TODOS SON SUPERDOTAOS

La experiencia que voy a contar hoy la tuve en un colegio. En éste el director estaba implementando de forma experimental un programa TIC para estimular a los alumnos, por aquel entonces denominados "superdotados", con lo que ya os podéis figurar la que me cayó...Vamos, que allí crecían superdotados como setas en todas las clases y hasta debajo de las piedras. Lo más peculiar de todo, era que a la hora de hacer la demanda las tutoras se peleaban entre ellas por la prioridad de "sus niños" frente a los de la compañera, que pasaba, automáticamente, a convertirse en una "encarnizada rival" en pugna porque se evaluara antes a sus chicos superlistos. Sí, habéis leído bien "sus chicos", en cada clase me surgieron como mínimo dos valoraciones, en algunas clases tuve que valorar ¡hasta 4 chavales tuve en alguna clase! ¡Con todo lo que eso implica! Por supuesto, en los protocolos se daba a entender que tenían un nivel de competencia curricular muy por encima del que les correspondía por su edad, eran muy creativos, líderes y "fuera de serie" ¡inaudito! ¿se habrían puesto de acuerdo los padres de aquella zona en alimentarse  e hipervitaminarse para procrear vástagos megainteligentes? Estaba anonadada. Leí los protocolos detenidamente, y decidí evaluar de forma alternada: un niño de una clase/una chica de otra...¡Así tendría a todos más o menos contentos! En fin, que comencé a rodar. Por supuesto, comencé por pruebas de screening y, tal y como me figuraba, daban con una inteligencia alta algunos, otros ni eso, y creativos, creativos exactamente encontré dos o tres a lo sumo. El problema vino cuando tuve que hacer la devolución a los tutores y tutoras con respecto a las capacidades reales de sus alumnos. Por supuesto, destaqué sus habilidades especiales, y les expliqué por qué no daban el perfil, pero no lo tomaron demasiado bien que digamos. Ahí comprobé que la historia de Jeckyl y Hyde podía cobrar vida en un contexto escolar de lo más cotidiano. La profesora más dulce y encantadora pasaba a ser una psicópata despelufada que me gritaba como una energúmena que si "niño" era superdotado y que yo no sabía valorarlo e incluso levantaba las manos indignada preguntando por qué en la otra clase había uno y en la suya no...Aquí ya empecé a mosquearme. ¿Por qué tanta obsesión con tener niños superdotados en la clase? Mi curiosidad innata alcanzó límites hasta el momento desconocidos para mi, y decidí investigar en qué consistía el fantástico programa de intervención implementado desde el equipo directivo y....pffff menuda decepción, eran juegos de atención y búsqueda de información sobre contenidos relacionados con la capacidad espacial y de cálculo, del siguiente tipo:

Vanos, que no se habían herniado  con el programita, la cosa era presentarlo como proyecto innovador de centro y vacilar de ser un colegio con superpoblación de niños superdotados...Dicho sea de paso, siempre tuve la impresión de que el director se las daba también de "superdotado", ¡casi hablaba en primera persona! emplearé una de mis expresiones favoritas en este blog para definir cómo me quedé cuando descubrí de qué iba el pastel: ME QUEDÉ FLIPANDO. Ya e ra cutre la cosa, pero por tal de conseguir ayudas, cualquier cosa, ya que este programa lo llevaba a cabo la PT, y les daba la excusa para ampliar la ratio de alumnos con necesidad específica de apoyo educativo...Listillos que son a la hora de asegurarse más recursos... Ese curso tuve un "ambientazo" proporcionado por las profes decepcionadas con el hecho de que no había reconocido la superdotación de sus "niños", con murmullos a mi paso en plan "y ella que sabrá" "Porque no le ha visto en clase", miradas torcidas...Vamos que no me sacaban la lengua porque habría resultado un gesto demasiado infantil. El director me perseguía para que cambiara de opinión con respecto a esos niños que no daban el perfil ni de "chiripa". Aquello era como una carrera de obstáculos. Cuando creía que estaba llegando al baño,  detrás de una esquina  oía al director preguntando por mi( y yo ya sabía para que era, para volver con su monotema), yo miraba para todos lados y me colaba en la primera sala en la que podía escondiéndome antes de que hubiera verme y miraba por la rendija de la puerta hasta que le veía pasar mirando para todos lados mosqueado. Entonces yo soltaba un suspiro y salía de la sala justo cuando una de las "profesoras caraperro" venía despotricando de mi, ahí no huía cual cobarde, simplemente pasaba por su lado con la cabeza bien alta y me dirigía a,l cuarto de baño , luego las miraba y miraba la puerta del baño como indicando: me ca....en vuestra opinión, y entraba con paso triunfante sintiéndome con la razón de mi parte y el mundo en contra, pero lo importante era que lograba alcanzar mi objetivo: EL DESEADO CUARTO DE BAÑO, que uno de los lugares en los que me sentía más a gusto en ese colegio.

domingo, 19 de marzo de 2017

AVENTURAS EN EL BRONX

Uno de los destinos en los que me ha tocado trabajar en mi trayectoria como interina, fue un colegio del San Blas profundo en el que primaba, sobre todo, la ley de la supervivencia. Allí llegabas y parecía como si te hubieras internado en la jungla y tuvieras que ir sorteando pequeños monos saltando y corriendo por todas partes a tu alrededor..Y esto era la fila de entrada de comienzo del día..Luego suma y sigue. Yo llegué allí sin saber que ya estaba embarazada de mi segunda hija, y lo primero que me dijeron fue que habían echado al antiguo equipo directivo y la persona que me presentaron como jefa de estudios era muy joven e inexperta y había aceptado el cargo porque no había nadie más. Ella ni siquiera tenía la antigüedad necesaria para ejercer el cargo pero había sido la única que no se había atrevido a decir que no se comía el marrón, así que le tocó comérselo.
En este colegio, las prioridades de la Orientación no eran, como en otros, la detección de las necesidades educativas de los alumnos, sino la implementación de programas para mejorar la convivencia entre los alumnos y lograr un mínimo de atención y respeto en las clases.
Lo primero fue conseguir que subieran en las filas sin atropellarse y llevarse a todo el que se pusiera por el medio...Oye, todo un logro. Lo siguiente fue motivar a los profes de primero de primaria para buscar estrategias que despertaran el interés y la atención de los alumnos en la clase, pasando por un programa de modificación de conductas disruptivas. Es decir, controlar que no se tiraran los bolis, cuadernos y estuches unos a otros durante la clase a grito pelado. Esto fue bastante complicado, puesto que la frase dominante, tristemente, era: "no se puede hacer nada con ellos, si acabarán todos siendo delincuentes callejeros.." Como os podréis figurar, a mi con estos comentarios se me caía el alma a los pies.¡Sólo tenían 6 añitos! Ahí me puse las pilas y san Google y yo nos hicimos íntimos amigos...Busqué y busqué estrategias de motivación en el aula, estudios de campo...Pero, al final, la respuesta era más simple que todo eso: la investigación de campo la tendríamos que hacer nosotros, en el día a día de las aulas. Lo complicado iba a ser convencer a los profes de la necesidad de hacerlo así. Establecimos una reunión semanal, a la que también acudían el equipo de apoyo y la jefa de estudios. La primera fue como nadar contra corriente, todo era abatimiento, desgana y frustración...Hasta que se me ocurrió sacar papel y boli e ir preguntándoles si había algo,lo que fuera, que hubiera captado alguna vez la atención de los niños....Pues no recordaban nada. Así que empezamos por ahí, para establecer una línea base, observarían durante la siguiente semana los momentos de mayor atención de los niños y anotarían el contenido o actividad que se estuviera abordando. Así lo hicimos, y con ello empezamos un programa que fuimos poco a poco completando desde sus experiencias y necesidades y, dada mi novatez, cómo no, con el apoyo de San Google...Al menos teníamos un comienzo.

sábado, 18 de marzo de 2017

ENCUENTROS ENTRE PAKISTANÍES

Continuando con mis experiencias de novata, recuerdo que en uno de los primeros coles en los que trabajé, tuve encuentros en la tercera fase con un extraño hombrecillo que me perseguía por los pasillos diciéndome que teníamos que hablar y yo ni sabía quién era. Era cómico, porque cuando salía de valorar a un peque y le veía por los pasillos miraba para todos los lados buscando por dónde huir. Sí, ya se, suena muy cutre, pero es que me sentía una ignorante cada vez que se me acercaba y me preguntaba qué íbamos a hacer con tal o cual niño, yo me preguntaba ¿pero de qué niños me habla? ¿este paki stá aquí? Me habían dicho que era el "profesor de compensatoria" y yo se suponía que en las oposiciones había estudiado un tema sobre eso...Pero en el tema no se hablaba de cómo coordinarse con ellos ni de cómo enfocar las adaptaciones de los alumnos o el control de sus conductas...Vamos, que cuando le veía venir me sentía más perdida que un tigre en un descampado.
El caso es que el pobre estaba como yo, que cuando me acercaba a algún aula para observar a algún niño o para entrevistarme con la tutora esta me miraba también con la cara de "y esta...¿pa´kí stá aquí?" y cuando le decía que era la orientadora, me miraba con expresión de estar pensando " ¿la cualo?" y en ocasiones me soltaban: ¿y tú en qué me vas a orientar a mi si eres muy jovencita y yo llevo años en esto de la enseñanza?". Pregunta ante la cual, yo, humildemente me callaba, ya que en eso llevaba toda la razón.
En esta situación estaba cuando un día, sin quererlo ni poder evitarlo, me topé con él de frente y no pude huir. Él me cogió de la muñeca desesperado y me soltó un: "¡por fin te pillo!- a lo que yo respondí con un leve e imperceptible bufido pensando: "pues para lo que te va a servir..."
 Intenté poner mi mejor sonrisa y le dije:"a ver, si quieres buscamos un despacho libre y me cuentas". (Como habréis podido deducir yo no tenía un despacho ni nada, utilizaba la primera sala que me quedaba libre). Agarrada por su férrea mano (estaba dispuesto a no dejarme escapar esta vez) me condujo hasta una tutoría que en ese momento estaba libre, nos sentamos cada uno a un lado de la mesa y comenzó a bombardearme con casos de chavales a los que él pensaba sacar del programa de compensatoria y me iba dando sus motivos. Yo me limitaba a asentir con sonrisa estúpida y, de vez en cuando, le decía "claro, claro, estoy de acuerdo contigo", mientras pensaba por dentro: ¿de qué me está hablando? Pero si yo ni conozco a estos niños, sabrá mejor él si han superado los objetivos, ¿no?.Todo fue bien hasta que me hizo la fatídica pregunta: y ¿cómo le digo a los tutores que estos ya van a ser dados de alta? ¿nos reunimos los dos con ellos? porque no les va a hacer gracia...Están muy cómodos sin ellos en clase el rato que les saco...¡PLAF! jarro de agua fría. allí desperté de golpe. Hasta ese momento todo había sido muy fácil, asentía a todo lo que decía y le daba la razón en todo, pero eso de reunirme con aquellos tutores terroríficos para los que sólo estábamos de paso e incluso estorbábamos, me producía escalofríos. No obstante, puse mi mejor cara y le dije que les enseñara los objetivos cumplidos de los chavales y que si le ponían problemas ya idearíamos una táctica...Esa noche me tocaría buscar en google: "cómo lidiar con profesores que no quieren en su aula a los alumnos de compensatoria" y "cómo coordinarse con profesorado de apoyo, padres, tutores, especialistas y equipo directivo sin morir en el intento"...

miércoles, 15 de marzo de 2017

UNA CONFUSIÓN DE LA QUE SAQUÉ UN APRENDIZAJE

En esta entrada voy a hablar del extraño personaje en el que nos convertimos los orientadores en ocasiones. Ya he comentado anteriormente que, como buena novata, en mis principios iba cargada con un maletón de ruedas lleno de pruebas hasta los topes, pues un día que iba llegando a uno de los coles entré con una profesora con la que no había tenido el gusto de entablar conversación hasta el momento, de lo que se deduce que nadie nos había presentado. Ella me miraba mucho y miraba mi maleta con mucha curiosidad, hasta que se aventuró a hacer la pregunta que le estaba carcomiendo.
"Hola, ¿eres una vendedora de una editorial? ¿qué tipo de material traes? ¿cuentos?"
Me quedé con cara de pasmada y miré primero mi maletón y luego a la profesora sin comprender muy bien las preguntas. Luego, como parte de mi forma de ser estallé en carcajadas sin poder contenerme y dejándola alucinada. Tardé un buen rato en tranquilizarme, hasta tuve que agarrarme la tripa del ataque de hilaridad que me entró. Cuando por fin me calmé, le respondí que no, que era la orientadora. ella se quedó con la boca abierta y cara de boba mirando mi maletón. Debía de ser la primera vez que veía a una orientadora tan absurdamente cargada de cosas, ya que lo mío era un troley de viajes, y no un fin de semana precisamente sino uno de esos que te llevas para todas las vacaciones de verano. sin poder contener su asombro, volvió a preguntar: "¿Y qué llevas en esa maleta tan grande?" - a mi me pareció obvia la respuesta, ¿qué iba a llevar el camping gas y las chistorras? la miré con cara de flipe y le contesté lo más educadamente que pude: "Pues qué voy a llevar, pruebas de evaluación?"
Ella me seguía mirando como si yo fuera una marciana e insistió: "Pero ¿a ti te da tiempo a utilizar todo lo que llevas ahí en una mañana?"
La miré sin saber qué contestarla porque yo, en mi ignorancia, estaba convencida de que por supuesto que me daría tiempo a emplearlo todo. El caso es que ahí quedó la conversación, pero me picó la curiosidad y me dediqué a analizar cuántas de las cinco pruebas que llevaba me daría tiempo a utilizar.
La realidad cayó sobre mi como un jarro de agua fría: sólo pude pasar una de las pruebas, intercalándolo con entrevistas varias y reuniones de coordinación. entonces comprendí la sorpresa de aquella profesora y la amplitud de mi ignorancia, añadida a las dificultades de estructuración temporal que ya he mencionado que tengo. Vamos, que ni con relojes controlo adecuadamente la duración de las tareas que me programo hacer al día. Comprendí que debía planificar mejor mi agenda y, sobre todo y dado que tenía que ir con el pesado sacaleches eléctrico a todas partes, debía llevar menos pruebas a los coles, lo que se reduciría a una o a lo sumo dos depende de lo cargadita que tuviera la mañana.
Diás después, sucedió algo que me hizo comprender el porqué de la asociación que hizo esta mujer de mi equipaje con la posibilidad de que fuera una vendedora de una editorial, ya que vino un vendedor de la editorial SM al centro ¡y su maleta era exactamente igual a la mía!
¿coincidencia? No lo creo, ignorancia y exageración por mi parte, y ahí entra en juego mi vena andaluza.
Hasta aquí la breve anécdota de hoy, espero que sirva para que nos demos cuenta de que una bena organización del tiempo o un secretario personal ( a ser posible eficiente y que esté de buen ver) son necesarios en nuestra profesión como la cofia y el delantal en la de los cocineros.
¡Hasta mañana queridos lectores!