EL BLOG DE UNA ORIENTADORA DESORIENTADA

BLOG DE UNA ORIENTADORA DESORIENTADA ¿POR QUÉ DESORIENTADA? porque todos cuando empezamos lo estamos, pero en esta profesión nunca deja de sorprenderme todo lo que me queda por saber. Además si tenemos en cuenta mis dificultades de orientación espacial que hacen que me pierda hasta en mi barrio, pues mayor desorientación para esta humilde orientadora...

sábado, 18 de marzo de 2017

ENCUENTROS ENTRE PAKISTANÍES

Continuando con mis experiencias de novata, recuerdo que en uno de los primeros coles en los que trabajé, tuve encuentros en la tercera fase con un extraño hombrecillo que me perseguía por los pasillos diciéndome que teníamos que hablar y yo ni sabía quién era. Era cómico, porque cuando salía de valorar a un peque y le veía por los pasillos miraba para todos los lados buscando por dónde huir. Sí, ya se, suena muy cutre, pero es que me sentía una ignorante cada vez que se me acercaba y me preguntaba qué íbamos a hacer con tal o cual niño, yo me preguntaba ¿pero de qué niños me habla? ¿este paki stá aquí? Me habían dicho que era el "profesor de compensatoria" y yo se suponía que en las oposiciones había estudiado un tema sobre eso...Pero en el tema no se hablaba de cómo coordinarse con ellos ni de cómo enfocar las adaptaciones de los alumnos o el control de sus conductas...Vamos, que cuando le veía venir me sentía más perdida que un tigre en un descampado.
El caso es que el pobre estaba como yo, que cuando me acercaba a algún aula para observar a algún niño o para entrevistarme con la tutora esta me miraba también con la cara de "y esta...¿pa´kí stá aquí?" y cuando le decía que era la orientadora, me miraba con expresión de estar pensando " ¿la cualo?" y en ocasiones me soltaban: ¿y tú en qué me vas a orientar a mi si eres muy jovencita y yo llevo años en esto de la enseñanza?". Pregunta ante la cual, yo, humildemente me callaba, ya que en eso llevaba toda la razón.
En esta situación estaba cuando un día, sin quererlo ni poder evitarlo, me topé con él de frente y no pude huir. Él me cogió de la muñeca desesperado y me soltó un: "¡por fin te pillo!- a lo que yo respondí con un leve e imperceptible bufido pensando: "pues para lo que te va a servir..."
 Intenté poner mi mejor sonrisa y le dije:"a ver, si quieres buscamos un despacho libre y me cuentas". (Como habréis podido deducir yo no tenía un despacho ni nada, utilizaba la primera sala que me quedaba libre). Agarrada por su férrea mano (estaba dispuesto a no dejarme escapar esta vez) me condujo hasta una tutoría que en ese momento estaba libre, nos sentamos cada uno a un lado de la mesa y comenzó a bombardearme con casos de chavales a los que él pensaba sacar del programa de compensatoria y me iba dando sus motivos. Yo me limitaba a asentir con sonrisa estúpida y, de vez en cuando, le decía "claro, claro, estoy de acuerdo contigo", mientras pensaba por dentro: ¿de qué me está hablando? Pero si yo ni conozco a estos niños, sabrá mejor él si han superado los objetivos, ¿no?.Todo fue bien hasta que me hizo la fatídica pregunta: y ¿cómo le digo a los tutores que estos ya van a ser dados de alta? ¿nos reunimos los dos con ellos? porque no les va a hacer gracia...Están muy cómodos sin ellos en clase el rato que les saco...¡PLAF! jarro de agua fría. allí desperté de golpe. Hasta ese momento todo había sido muy fácil, asentía a todo lo que decía y le daba la razón en todo, pero eso de reunirme con aquellos tutores terroríficos para los que sólo estábamos de paso e incluso estorbábamos, me producía escalofríos. No obstante, puse mi mejor cara y le dije que les enseñara los objetivos cumplidos de los chavales y que si le ponían problemas ya idearíamos una táctica...Esa noche me tocaría buscar en google: "cómo lidiar con profesores que no quieren en su aula a los alumnos de compensatoria" y "cómo coordinarse con profesorado de apoyo, padres, tutores, especialistas y equipo directivo sin morir en el intento"...

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